La leña santa (Neochamaelea pulverulenta) es un arbusto autóctono que mide hasta 1,5 m y que prospera especialmente en Tenerife, Gran Canaria y La Gomera. Su hábitat preferente son las zonas de cardonal-tabaibal y con menos frecuencia se observa en áreas de bosque termófilo contribuyendo a la singularidad del paisaje local. Sus hojas son alternas y están, al igual que sus tallos, densamente cubiertos de pelos cortos, dando a la planta un tono grisáceo. Se caracteriza por tener, por un lado, unas bonitas flores amarillas con 4 delicados pétalos que nacen individualmente de los peciolos de las hojas superiores; y por otro, unos frutos grises con forma de cápsula que forman grupos de 2 ó 3.

Antiguamente, la leña santa era considerada sagrada y se usaba en la ceremonia de momificación que realizaban los aborígenes canarios, Por otro lado, tiene propiedades analgésicas, antibióticas, antibacterianas y fungicidas.

En la temporada adecuada, las flores amarillas que brotan de las hojas superiores de este arbusto ofrecen un espectáculo de color que añade vibrancia al paisaje. Su atractivo no solo reside en su forma, sino también en la vida que atrae, desde polinizadores hasta admiradores de la naturaleza.

Cada especie, como la "leña santa", desempeña un papel crucial en el equilibrio de nuestro ecosistema costero. Este espacio es una ventana a la riqueza de la vegetación local. Aprecia la belleza del entorno y reflexiona sobre la importancia de conservar y respetar la biodiversidad que nos rodea.