El caserío agrícola de San Andrés cuenta con unas vistas privilegiadas desde el mirador cercano de Jinama. Este poblado de altura cuenta con una iglesia construida en el siglo XVII que tuvo que ser varias veces restaurada y reedificada a lo argo de los siglos XVIII y XIX, y entre los años 1745 y 1757 el templo fue protegido y definido su entorno con la construcción de una pared de piedra a su alrededor. La carretera vieja que enlaza las poblaciones de Tiñor y San Andrés nos sitúa en el flanco oriental de la estructura volcánica más antigua de la isla: el complejo geológico de Tiñor. Como casi todos los caseríos y aldeas de la zona rural isleña, aquí se puede encontrar una gran tranquilidad que hace las delicias de los turistas que acuden a sus casas rurales vacacionales que vienen buscando el silencio y la naturaleza. Además de todo esto, podemos encontrar aquí la celebración de la Fiesta de La Apañada, la feria de ganado más importante de la isla, cuyos orígenes se basan en los negocios sobre este tipo de mercadería, y el famoso árbol Garoé, símbolo sagrado de los bimbaches.