Hermigua es un municipio canario perteneciente a la provincia de Santa Cruz de Tenerife que se encuentra situado en el Norte de la isla de La Gomera, en el valle del mismo nombre, que constituía con Agulo el territorio aborigen de Mulagua. Es un paraíso de bancales verdes, plataneras, tranquilidad y sosiego. Se encuentra a 21 Km. de la capital de la isla, San Sebastián de La Gomera, tiene una extensión de 39,67 km2 y una población en torno a los 2200 habitantes. Con una altitud media de 210 metros sobre el nivel del mar, se abre al Atlántico con un tramo costero de más de 8 kilómetros.
El clima, bajo la influencia de los alisios, supone uno de los grandes atractivos del municipio, con mínimas que rara vez bajan de los 18 grados en invierno y que pocas veces superan los 27 grados de temperatura en verano. De ahí que fuera conocida a principios del siglo pasado por «tener el mejor clima del mundo», según un estudio desarrollado por meteorólogos ingleses, belgas y alemanes.
Hermigua, baja desde Garajonay hasta el mar, derramándose en una alfombra verde de laurisiva, Fayal-Brezal y plataneras, para morir a los pies del viejo Pescante batido por el Atlántico. Este valle, quieto y profundo, esconde buena parte de la historia de La Gomera y supone todo un encuentro para el visitante ávido de naturaleza y tranquilidad.
En el litoral se encuentra El Pescante, columnas de hormigón que recuerdan un pasado de esplendor agrícola y económico no demasiado lejano. La ejecución de esta notable obra de ingeniería es realizada para dar salida a la exportación del tomate y el plátano, contribuyó decididamente a que los mayores propietarios agrarios de la localidad y algunos emigrantes retornados, que habían hecho sus fortunas en Cuba, invirtieran en agricultura, ampliando sus tierras de cultivo y fabricando atarjeas para asegurar el regadío. Esto marcó un hito importante en la historia socioeconómica del valle. Para explicar la incidencia que esta importante infraestructura tuvo, se dice que en Hermigua existen dos épocas, una anterior y otra posterior al Pescante. La economía del municipio ha estado determinada por los cultivos de regadío, que se han sucedido en Canarias, desde la caña de azúcar, en el siglo XVI, hasta el plátano, que en la actualidad genera parte de la riqueza del pueblo manteniendo el paisaje, pasando por la vid, la cochinilla y el tomate